Señor Presidente
JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la
República
E. S. D.
Respetado Señor Presidente:
En
lugar de hacer un Derecho de Petición (en ejercicio del artículo 23 de la
Constitución Política y de
Ley 397
de 1997, modificada por la ley 1185 de 2008), prefiero escribirle una CARTA
ABIERTA dirigida respetuosamente a Usted.
Actúo
en nombre propio como Guillermo ZAMOR, artista autor de la obra “EL CRISTO
NEGRO“, la cual fue donada al Palacio de Nariño por el Reverendo padre Rafael
García-Herreros, tío materno mío y cuando ejercía la presidencia el doctor
Belisario Betancur Cuartas.
Quisiera solicitarle públicamente su atención para obtener información oficial
sobre el lugar donde se encuentra mi obra “El Cristo Negro”, puesto que han
transcurrido siete años desde mi primera solicitud al Señor Presidente Álvaro
Uribe (25 de julio de 2005: Anexo 1) sin saber oficialmente hasta el día de hoy
si la donación ha cumplido su fin: “Ser siempre expuesta en el palacio Nariño
“.
La
información que he logrado obtener es que la obra fue trasladada del Palacio
Presidencial al Museo Nacional, por orden del Presidente Virgilio Barco, donde
permaneció varios años. En 1994 obtuve el permiso de entrada al Palacio Nariño,
gracias al presidente Julio César Turbay, para que un fotógrafo profesional
pudiese hacer una toma de “El Cristo Negro”. En ese momento lo encontraron en
las bodegas del Palacio de Nariño. Hoy en día, a los veintiocho años de haber
entregado esta obra, por petición explícita del presidente Betancur para
colaborar con la cultura colombiana, “El Cristo Negro” continúa
pudriéndose en las bodegas del Palacio presidencial.
Mi
petición es sencilla: “EL
CRISTO NEGRO“
fue donado expresamente para la llamada “Colección Betancur”, para crear una
Galería con obras de arte de conocidos artistas de la plástica colombiana a
nivel internacional, con sede en el Palacio Nariño en la Galería de los Tapices.
Puesto que el objetivo de dicha Colección fue desconocido por su sucesor en la
presidencia, el Doctor Virgilio Barco,
así que los siguientes, la donación pierde en sí su objetivo.
En
consecuencia de lo anterior, en nombre propio yo, Guillermo ZAMOR, le pido muy
gentilmente que como mi obra no está cumpliendo su fin, me sea devuelta,
para que cumpla el objetivo que busca un artista con todas sus obras que es la
de ser expuesta, apreciada y divulgada, más cuando ha sido el objeto de una
donación con fines culturales.
Quiero
aclararle que durante todo el proceso de esta donación y los años siguientes, yo
estaba viviendo en Francia, país del cual también soy ciudadano.
Sé por
adelantado que el gobierno me va a responder que una donación no es reversible.
Pero hay donaciones de donaciones. Yo trabajé un año en “El Cristo Negro”,
como un homenaje a la raza negra, que tanto admiro, al modelo que posó para
ese cuadro y que me entregó su alma para hacerlo, a la Historia y a la Religión.
Una donación como la de “El Cristo Negro” es como ofrecer un hijo de su
sangre para servir su patria y, en respuesta, por su color o su desnudez, verlo
condenado a prisión perpetua.
La
presidencia no ha debido recibirlo si prejuicios racistas o morales impiden su
valoración artística. Muchas personas en el mundo recibirían un gran mensaje de
amor, de solidaridad, de comprensión, si tuvieran acceso a la contemplación de
esta imagen.
Esta es
una carta por la defensa legal de la raza negra, de los derechos del arte y de
los artistas quienes, con grandes dificultades logramos sobrevivir si queremos
ser íntegros, y que tratamos de colaborar con causas por encima de nuestros
medios para ser humillados públicamente.
Respetuosamente Señor Presidente,
ZAMOR
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